lunes, 15 de octubre de 2012

Quisiera ser un pez


En la oscuridad de las profundidades marinas viven los cerátidos, unos peces que emiten luz con la que atraer a sus presas y comérselas.

Pero claro, los machos diminutos atraídos por las hembras de gran tamaño también pueden convertirse en presa, por lo cual cuando se encuentran, el macho lo primero que hace es sujetarse con su dentadura al primer lugar que encuentra.
 
Y ya no se suelta en la vida.

La boca del macho crece y queda unida a la piel de la hembra, los ojos se vuelven ciegos y el sistema digestivo se atrofia, unificándose el sistema sanguíneo de ambos ejemplares, convirtiéndose en un parásito válido únicamente como productor de esperma.

Lo que se dice amor eterno.
                                              Borophryne apogon

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