En Teruel (que sí que existe, que he estado yo) encontramos la sima de San Pedro en Oliete, donde aparte de su indudable valor geológico a nivel europeo, se da la circunstancia de que en sus paredes se refugian en los mismos lugares aves y murciélagos, como si fuese la cama caliente de un submarino.
Al atardecer los pájaros esperan que salgan los murciélagos para ocupar sus huecos, mientras que al amanecer ocurre lo contrario, son los murciélagos los que esperan a que salgan los pájaros.
Y además, como son muy apañados, los excrementos van a caer al fondo, donde existe un lago a nivel freático del río cercano, sirviendo de alimento para el plancton, que a su vez sirve de alimento a los anfibios.
¡Cómo si fuese un corral de vecinos!.
La magia de viajar por Aragón. Parque Cultural Río Martín. Documental de Aragón Televisión.
Atención al minuto 1:28, "aquí nidifican un montón de aves, tantas como 25 especies, de las cuales 8 son murciélagos".
A la escuela te mandaba yo, en vez de a la tele.
Para saber más:
La sima de San Pedro
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